(Carolina Sánchez Bermejo, educadora social en un centro de acogida para mujeres que quieren dejar la prostitución)
El 80% del tráfico de seres humanos es destinado a la prostitución y en España los explotadores sexuales trafican con al menos 18.000 mujeres cada año.
En nuestro país, como mínimo, 300.000 mujeres son explotadas sexualmente y cada día unos 900.000 hombres utilizan a mujeres traficadas y prostituidas. Aparte del drama del tráfico se habla de que el 95% de las prostitutas (traficadas o no) son víctimas de acoso sexual, entre el 60% y el 75% fueron violadas mientras se prostituían y entre el 70% y el 95% fueron víctimas de maltratos físicos.
Naciones Unidas define la prostitución como una forma contemporánea de esclavitud.
La mayoría de las mujeres prostituidas están en graves situaciones de exclusión social: más del 85% son inmigrantes procedentes de países con menos oportunidades y más desfavorecidos (Nigeria, Colombia, Ecuador o los países del Este Europeo).
La explotación sexual de las mujeres constituye una violación permanente de los Derechos Humanos. Sin duda cabe que tanto la prostitución como en tráfico de mujeres son una forma de violencia hacia la mujer pues estas mujeres son usadas y abusadas por clientes/prostituidores y reducidas a una mera condición de mercancías u objetos sexuales.
Distinguir entre mujeres traficadas y prostituidas es una manera de crear una forma permisible de explotación sexual. El tráfico se destina a la prostitución, luego es una forma de prostitución. En ambos casos, las mujeres sufren los mismos tipos de violencia y las mismas secuelas fruto de la violencia y de la explotación sexual.
Todas las mujeres que he entrevistado en el Centro de Acogida han manifestado alguna forma de violencia, desde físicas (quemaduras en la cara y el cuerpo, introducción de elementos en la vagina, golpes de todo tipo, magulladuras, moratones…, amputación de alguno de los miembros) como psicológicas por la violencia que viven y por las amenazas constantes a ellas y a sus familias en su país de origen. Es una de las formas de violencia más grave y más permitida en la violencia de género.
CONSECUENCIAS DE LA PROSTITUCIÓN
FÍSICAS
Enfermedades de transmisión sexual (VIH, herpes vaginal, sífilis, gonorrea…), trastornos ginecológicos (dolor pélvico), trastornos alimenticios, uso de drogas/alcohol para poder soportar las vivencias y embarazos interrumpidos en contra de sus deseos.
PSICOSOCIALES
Las mujeres sufren un daño emocional sobrecogedor. Todas las mujeres están sometidas a un estrés continuo, el estrés produce miedo y el miedo inseguridad.
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Depresión y ansiedad
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Carencia de interacción en las relaciones sexuales, estableciendo vínculos patológicos con los hombres.
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Tendencia a romper y autoaislarse.
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Desaparecen los vínculos familiares (ellas mienten a sus familias acerca de donde provienen los ingresos que mandan, lo que provoca una culpabilidad y por tanto llaman cada vez menos).
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En el caso de las mujeres traficadas, son totalmente arrancadas de sus vínculos afectivos y aisladas en ambientes amenazantes y hostiles.
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Atrapadas en un círculo de relación, muy estrecho, con escasas o nulas relaciones con el resto de la población.
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Mucho temor para relacionarse.
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Falta de expectativas y aspiraciones.
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Infravalorización, problemas de autoestima.
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Estrés postraumático, debido al sometimiento continuo de violencia.
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Enfermedades mentales, hay casos de mujeres que están tan mal psicológicamente, que tienen que ser derivadas a Salud Mental.
Todas estas consecuencias provocan un fenómeno cíclico, lo que en principio son consecuencias del ejercicio de la prostitución se convierten en factores de permanencia en la prostitución.
¿Por qué entra una mujer en la prostitución?
Por un lado están las mujeres traficadas, que vienen a nuestro país pensando que vienen a trabajar en el cuidado de los niños, hostelería, limpieza, y cuando llegan les roban la documentación y las encierran en un prostíbulo para pagar una deuda al traficante, que, por cierto, casi nunca termina porque se ve incrementada por el pago de la habitación, preservativos, etc.
Por otro lado, otras mujeres entran en la prostitución porque, aunque es un dinero muy difícil, es un dinero rápido. La mujer viene a España pensando que encontrará un trabajo digno, pero la realidad es diferente, sopesando sus oportunidades laborales, que son escasas si no nulas, opta por la prostitución.
Existen una serie de causas estructurales que le obligan a prostituirse, como la pobreza, la falta de oportunidades, precariedad laboral, menores a su cargo y familias que mantener en su país de origen, incluyendo además que más del 80% de mujeres fueron maltratadas físicamente y violadas en su infancia. Una de ellas declaraba:
“Todas nosotras hemos sido acosadas sexualmente, una y otra vez, y violadas. Todas hemos sufrido abusos sexuales en la niñez, ¿no lo sabe? Corríamos para escapar. Ya no nos querían más en casa. Nos echaron y expulsaron. Hemos estado en la calle desde que teníamos 12, 13 y 14 años.”
Es una adaptación a una situación de necesidad, un modo de afrontar la subsistencia.
¿Podríamos decir que algún tipo de prostitución es voluntaria?
En el 95% de los casos, no. Todas las investigaciones serias que se han hecho sobre el tema respaldan que las mujeres no están de forma voluntaria. Los medios de comunicación trasmiten voces de mujeres que se definen a sí mismas como trabajadoras sexuales, pero no han escuchado a las mujeres que se describen como supervivientes de la prostitución o de las mujeres traficadas. La mayor parte de las mujeres que ejercen la prostitución se ven obligadas por determinadas circunstancias, por las causas estructurales que hemos visto en el punto anterior. No se puede elegir esto de manera libre si no se tiene otra opción. Para ser una opción libre necesitarían igualdad de oportunidades, que no las hay.
¿De qué maneras se puede intervenir?
Educación
Prevención a través de talleres para los chicos jóvenes. Hay que educar para que resistan la sugerencia de otros chicos para buscar prostitución.
Concienciación y sensibilización para los clientes actuales de la prostitución.
Concienciación y sensibilización al resto de la sociedad, para que conozca la realidad de la prostitución y las consecuencias en las mujeres.
Intervención
Programas de salida integrales, con más presupuestos.
Denuncia
Campaña actual del Ayuntamiento de Madrid “Porque tú pagas existe la prostitución” (“Porque tú lo anuncias existe la prostitución”).
Investigaciones
De tipo económico para desarticular las organizaciones delictivas/delincuentes que actúan a nivel mundial y establecer legislaciones que permitan embargar todos los bienes económicos que son consecuencia de las actividades delictivas de estas organizaciones.
Más concretamente, algunos de las áreas y aspectos necesarios a trabajar en las víctimas de la prostitución son los siguientes:
Social-educativa
Desarrollo de habilidades sociales y habilidades que son necesarias en la vida diaria.
Hábitos de ahorro y planificación.
Necesidades residenciales.
Alfabetización y conocimiento del idioma.
Programas de formación:
Nivel educativo
Profesional
Búsqueda y reinserción a través se un empleo digno.
Sanitaria
Adquisición de hábitos alimenticios
Tratamiento de enfermedades.
Anticonceptivos
Psicológica
Tratamiento psicológico o psiquiátrico especializado.
Jurídica
Conocimiento sobre sus derechos y libertades.
Situación documental
Protección frente a los traficantes y redes.
¿Es una solución la regularización?
En ningún caso, nunca puede ser regularizado algo que atenta contra los Derechos como ser humano, algo que cosifica a las mujeres tratándolas como un objeto que puede ser comprado, una dominación masculina hacia la mujer, en definitiva una violencia física y psicológica. Además solo hay que estudiar las consecuencias de la regularización por ejemplo en Holanda, donde la prostitución y el tráfico de mujeres han aumentado de manera importante.
Actualmente se está llevando a cabo una intervención de los casos detectados a través del apoyo y de la intervención integral por parte de las asociaciones y ONGs. No se puede llevar a cabo una mera intervención asistencial, es necesario una intervención en todas las áreas (social, educativa, psicológica y jurídica) y una colaboración en red de todos los organismos existentes.
DETRÁS DE CADA MUJER HAY UNA HISTORIA DE VIDA Y HAY QUE DARLE LA OPORTUNIDAD DE VIVIR DE UNA MANERA DIFERENTE.
ARTICULOS
El drama de la explotación
Mercado de mujeres
Legislación sueca de la prostitución
MERCADO DE MUJERES.
JORNADA 24 ABRIL 2008: DOCUMENTO DE CONCLUSIONES
El 24 de abril de 2008 la Sindicatura de Greuges de la Comunidad Valenciana organizó una jornada con el título de “mercado de mujeres”. Los objetivos de este evento han sido:
Ofrecer una información de conjunto desde distintos enfoques sobre la realidad de la explotación sexual y la trata[1] de mujeres.
Conocer y valorar distintas estrategias de intervención para la erradicación de la trata y la explotación sexual.
Fomentar un compromiso compartido de las administraciones públicas y entidades privadas de la Comunidad Valenciana por la erradicación de la trata y la explotación sexual.
Existe una grabación íntegra de las jornadas; no obstante, se ha visto conveniente elaborar este breve documento para dar una visión de conjunto de los principales contenidos tratados y, de una forma especial, perfilar cuáles deberían ser las prioridades de actuación.
Este documento sintetiza la información aportada entorno a cuatro núcleos:
1. Análisis e interpretación del fenómeno
2. Planteamiento global de las estrategias de intervención
3. Diagnóstico de la situación en la Comunidad Valenciana
4. Propuesta de avance en este tema a corto plazo.
1 ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DEL FENÓMENO
La figura central en este fenómeno, y frecuentemente obviada, es el demandante de prostitución, mayoritariamente varones que de forma habitual o esporádica compran servicios sexuales. Esta demanda es la que genera la existencia de un “mercado” que se nutre, fundamentalmente, de mujeres en situación de vulnerabilidad. En nuestra Comunidad la mayoría de estas mujeres son extranjeras reclutadas, trasladadas y controladas por redes criminales que obtienen considerables beneficios.
Existe, además de los proxenetas que ejercen el control sobre las mujeres, el proxenetismo de aquellos que se lucran de manera directa o indirecta de la explotación sexual mediante la gestión de las estructuras donde se ejerce la prostitución: agencias, chalets, pisos, clubs...
Las formas en las que se realiza la trata y el control de las mujeres es diversa. Hablamos de explotación sexual cuando se da alguna forma de violencia. Esta violencia en los casos más sangrantes se manifiesta en forma de secuestros, engaños, extorsiones, torturas, violaciones y amenazas. En otros casos esta violencia es más sutil y actúa mediante la imposición arbitraria de deudas, el abuso de poder, el fomento de conductas adictivas, la degradación física y psicológica de las mujeres etc. En los casos de violencia sutil no es extraño el consentimiento, aunque sea viciado, de las propias mujeres explotadas.
Si desde un punto de vista más o menos teórico puede decirse que la prostitución es un pacto libre entre adultos libres. La realidad es que en nuestra Comunidad Valenciana la inmensa mayoría de las veces la prostitución es una forma de explotación y viene íntimamente relacionada con la trata de mujeres y niñas extranjeras. Por ello ésta es, probablemente, la situación más grave de violencia de género, tanto cualitativa como cuantitativamente, que se está dando en nuestra Comunidad.
En la lucha contra esta vulneración de la dignidad humana existe una importante base jurídica en el ámbito internacional y europeo orientada a la prevención del fenómeno, la persecución de los tratantes y la protección de las víctimas. Esta legislación todavía no ha sido plenamente incorporada ni en España ni en otros países.
2 PLANTEAMIENTO GLOBAL DE LOS PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN
La intervención en esta materia se realiza desde dos perspectivas complementarias y necesarias:
La policial y judicial: restringida a la existencia de delitos tipificados en nuestro ordenamiento jurídico.
La social: orientada a la defensa de los derechos de las mujeres y el compromiso colectivo para la erradicación de cualquier forma de violencia y explotación.
Si estructuramos la intervención con relación a los destinatarios de la misma habría que contemplar de manera integral los siguientes programas:
Dirigidos a la sociedad: sensibilización, investigación y formación.
Ciudadanía en general: programas de sensibilización que ayuden a conocer, interpretar y asumir un compromiso colectivo ante la trata y explotación sexual.
técnicos y agentes sociales: programas de investigación y de formación
Dirigidos a los usuarios de la prostitución: reducción de la demanda.
Programas orientados a la reducción de la demanda tanto de carácter preventivo como, de concienciación y disuasión de los usuarios en activo.
Dirigidos a las personas prostituidas: atención a las víctimas.
Programas preventivos de atención a la vulnerabilidad.
Programas paliativos de reducción de daños.
Programas de pre-inserción para el acompañamiento y apoyo a la mujer explotada en la toma de conciencia de su situación personal y en la toma de decisiones al respecto.
Programas de inserción social de mujeres que han sido explotadas.
Dirigidos a los tratantes y proxenetas: persecución y control.
Programas de control policial.
Programas de control judicial.
Programas de control económico y fiscal.
3 DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
Algunos aspectos positivos
Existencia de estructuras de atención social: centros sociales, centro de atención a mujeres, organismos policiales, ONG´s. No obstante, algunas de estas estructuras debieran mejorarse cualitativa y cuantitativamente.
Avances en la mejora del conocimiento. Esta mejora se ha conseguido fundamentalmente por la experiencia acumulada por las entidades comprometidas. En breve se espera además la publicación de un estudio al respecto realizado por las universidades de la Comunidad.
Implicación de distintos agentes. Este tema está siendo abordado desde los organismos específicos policiales (UCRIF y EMUME), desde ONG´s (con un grado incipiente de coordinación interna) y por algunas administraciones que empiezan a tomar conciencia de la magnitud y gravedad de este problema.
Cambios en la percepción social. En la actualidad existe una menor criminalización de la prostituta y un mayor rechazo hacia los tratantes. La valoración social hacia los propietarios de locales y los usuarios de la prostitución continua siendo muy ambigua.
Algunos aspectos mejorables
No entramos en aspectos de detalle sino en temas de fondo que podemos agrupar en tres ejes:
Escasa alarma social. No existe una atención social a este fenómeno, ni está siendo interpretado como una forma de violencia de género, ni se está dando una movilización al respecto. Este “mirar hacia otro lado” es causa y consecuencia de que este tema no entre en la agenda política ni reciba un tratamiento adecuado en los medios de comunicación.
Carencia de un planteamiento integral. El tema de la explotación sexual se aborda colateralmente en los planes de igualdad del Gobierno Autonómico y se dispersa en pequeñas acciones parciales poco coordinadas. No existe en la actualidad ningún foro, observatorio u organismo multidisciplinar que sirva para plantear una acción integral y permita un trabajo en red entre los múltiples agentes implicados. La ausencia de una planificación y evaluación conjunto genera la sensación de inmovilismo y falta de evolución en la respuesta a este complejo problema.
Limitación de recursos. La declaración de los derechos de las víctimas topa en nuestra comunidad con la inexistencia o insuficiencia de recursos para atenderlas. Muchos de los programas y recursos necesarios no existen o sólo están disponibles en determinadas poblaciones o sólo tienen capacidad para atender a porcentajes insignificantes de las víctimas de la trata y la explotación sexual.
Intervenir: estrategias concretas de avance
Tras el análisis realizado planteamos algunas prioridades de actuación la Comunidad Valenciana, concretas y verificables a corto plazo.
Sensibilización y prevención
Desarrollo de una campaña de sensibilización social planificada anualmente. El 23 de septiembre, día internacional contra la explotación sexual puede ser la fecha de referencia para plantear las acciones de sensibilización que deben prolongarse durante todo el año en la Comunidad Valenciana
Inclusión de la trata de mujeres y su explotación sexual dentro de los programas que se están desarrollando en materia de prevención de la violencia de género.
Atención a las víctimas
Extensión de los programas de reducción de daños para dar respuesta a los núcleos de prostitución de todo el territorio
Creación de programas sociales de preinserción articulados entorno a la figura de mediadoras cualificadas.
Desarrollo de protocolos de actuación, equipos de seguimiento y recursos suficientes para la inserción social de las víctimas de la explotación sexual.
Coordinación institucional
Constitución de un organismo público específico y participativo (foro, observatorio, mesa o similar) que asuma eficazmente las siguientes tareas:
Planteamiento de un plan de intervención integral contra la trata y la explotación sexual en la Comunidad Valenciana.
Realización de una evaluación continua del fenómeno y de la intervención que se realiza.
Fomento del trabajo en red entre todos los diversos organismos implicados: Consellerias de Bienestar Social,
Inmigración y Ciudadanía, Sanidad, Justicia, Educación, Economía y Hacienda, Diputaciones provinciales,
Ayuntamientos, Organismos policiales, ONG´s de atención social, ONG´s de inmigrantes etc.
Formación
Cualificación de técnicos y agentes sociales, tanto de los que asumen tareas directamente relacionadas con la intervención en este campo como los que tienen responsabilidad en la toma de decisiones, creación de estados de opinión y educación de jóvenes y adultos.
Además de estas prioridades y ya fuera del ámbito de competencias autonómico será necesario seguir trabajando para que nuestro ordenamiento jurídico nacional oriente con eficacia el trabajo de erradicación de la trata, la explotación sexual y cualquier otra forma de violencia.